Ante todo deseo presentarme, soy Verónica Pozo, trabajo en el Centro de Eventos de Olympia Hotel, Events & Spa.

Aunque durante bastante tiempo he compartido mi trabajo centrada en el departamento comercial en la amplitud de su expresión es, desde hace un año, cuando me he centrado más en los eventos y por ello es ahora cuando puedo expresar mis experiencias, las mismas deseo compartirlas con vosotros.

Son muchas las situaciones que vives al estar en contacto todos los días con tantas personas tan diferentes a la vez, (puesto que al vender bodas, bautizos, comuniones y todo tipo de eventos es lo que conlleva) pero son menos las situaciones que realmente te llegan y te hacen sentir orgullosa de tu trabajo.

Boda OlympiaEs el caso de la boda de Beatriz y Carlos: como un evento más, más o menos un mes antes de su boda, Beatriz me mandaba algún email para resolver pequeñas dudas y de alguna manera expresar sus nervios y felicidad…Desde un primer momento me di cuenta de lo que ese día significaba para ella, más alla del día especial que es el de la boda, por eso no dudé en decirle que me encantaba que lo compartiera conmigo. Cual fue mi sorpresa, cuando apenas a unos quince días de la boda aparece en el hotel preguntando por mí. Venía con su madre, cuando salí a recibirlas a la recepción las vi apenadas, se me calló el alma al suelo, venía a aplazar o quizás a cancelar la boda por un motivo familiar muy grave. Estaban hechas polvo, destrozadas, no paraban de llorar mientras me contaban lo que había ocurrido…lo tenían todo preparado y ahora toda su ilusión se truncaba, todas las sonrisas se convirtieron en lágrimas y desilusión… Pese a que se me puso un nudo en la garganta que no me dejaba hablar, saqué fuerzas de no sé dónde, me dije a mí misma que lo importante en ese momento era hacerles ver que no tenían más que preocuparse de que esta persona se recuperara y que después ya miraríamos lo que hiciera falta respecto al salón, fechas y demás, que su día lo iban a recuperar antes o después y que eso era lo importante.

Le dije que yo me encargaría de ir diciéndole las fechas que teníamos disponibles según se solucionara el problema, que por supuesto no dudara en ir llamándome todas las veces que necesitara…y así fue, según lo que le decían los médicos me llamaba para que le mandara fechas posibles de los meses que creía que podría ser y de paso me contaba como estaba viviendo esta situación.

Al final un día apareció por sorpresa en el hotel para concretar una nueva fecha puesto que todo estaba saliendo mejor de lo previsto, otra vez la sonrisa volvía a invadir su rostro, las lágrimas quedaban lejos. No fue fácil buscar un día que les acoplara porque se casan con celebración civil en nuestra linda Terraza Exedra, después hacen un cóctel por lo que la disponibilidad era más reducida pero por suerte todo se arregló.

Me quedo con la cara de felicidad y tranquilidad con la que se fueron, pero sobretodo con la forma y sinceridad con la que me agradecieron el trato y dedicación. Me hicieron sentir tan bien, que si siempre me ha gustado mi trabajo, sin duda fué una motivación más para que cada día me sienta más realizada.

Espero poder contar y compartir más experiencias como esta con vosotros gracias a mi trabajo.

Un saludo.