Acabos de disfrutar un puente, uno de esos puentes que para muchos a sido mas bien un acueducto y para mi, como Jefa de Recepción así como para todos los que hemos trabajado estos días más bien ha sido esto último, he sido muy consciente de ello, por la mañana, al mediodía, por la tarde, por la noche, han sido muchas horas trabajando POR Y PARA EL CLIENTE, de hecho hubo un matrimonio alojado que me pregunto si yo vivía en el hotel, uno de esos matrimonios que dan sentido a todo el trabajo y todo el esfuerzo.
Ya ha pasado, tantos días esperando estas festividades, tantos días programando todo y ya ha pasado, de esto es de lo que me gustaría hablar, “como se prepara una fecha especial para nosotros como ha sido este Puente de la Inmaculada”.
Desde dentro somos muchos compañeros los que trabajamos siempre pensando en el cliente como única meta, parece que las cosas son improvisadas, y que vamos trabajando día a día, y no, no es así. Desde la recepción, desde el departamento de pisos, desde cocina, desde el restaurante, desde el balneario… todos estamos POR Y PARA EL CLIENTE, TODO EL TIEMPO. Asignar las habitaciones según sus gustos/necesidades: no fumador, piso alto, exterior, cama de matrimonio, dos camas, etc…. Las camareras de pisos preparan todos los detalles: poner una cuna porque vienen con un bebe, preparar los albornoces porque tienen un paquete balneario, flores por que es el viaje de novios, es decir, se cuida hasta el último detalle, por que su satisfacción es nuestra única meta… En el comedor se habilita mas espacio para que se pueda disponer de mesa rápidamente, se mima la decoración, la presencia, la comida… Siempre POR Y PARA EL CLIENTE.
Y todo esto ha llevado tras de si días de comunicación con todos los departamentos, reuniones de todo el equipo junto, tanto previas a la llegada de nuestro cliente como posteriores para corregir posibles errores.
Hay veces que surgen cosas que se nos escapan en ese momento porque no se pueden prever, porque somos humanos, pero siempre ponemos todo de nuestra parte para solucionarlo. No dejamos a la suerte ningún detalle, tratamos que todos nuestros clientes sientan, respiren, anhelen toda nuestra profesionalidad
Y no hay nada que pueda satisfacer más, nada más gratificante el momento que el cliente sale por la puerta del hotel y nos dice que todo ha sido estupendo, y que su estancia ha sido muy agradable, esa mirada hacía atrás por parte del cliente con nostalgia por que si Puente llego al fin, esa mirada de deseo de volver, esa mirada de grabar en su recuerdo nuestra fachada, es en ese momento cuando nos damos cuenta que tantos días de trabajo, de esfuerzo han valido la pena. Pero seguimos exactamente igual, seguimos apostando POR Y PARA EL CLIENTE de ahí que todos los días nos reunamos para preparar las llegadas de los clientes del día, que trabajemos con la misma ilusión que el primer día. Y todo por ellos, POR LOS CLIENTES.
Mari Carmen Hoyo
Jefa de Recepción.